domingo, 3 de mayo de 2015

MENSAJE DOMINICAL DE LA PALABRA DE DIOS.

DOMINGO V

DE PASCUA.

Domingo 3 de mayo de 2015.


"«Yo soy la vid, vosotros los sarmientos". 
(Juan 15, 1-8).

Para leer la reflexión de la Palabra de Dios
de este Domingo, pincha abajo en "Más información".


Este Domingo V de Pascua la Iglesia celebra a Jesucristo desde la figura de la Vid verdadera; y nosotros los sarmientos unidos a Él, que es el que nos sostiene.

La lectura de los Hechos de los Apóstoles narra cómo la Iglesia naciente se va extendiendo, van aumentando sus seguidores y en ocasiones cesan las persecuciones iniciales aunque no cesan las hostilidades. Pablo es un testimonio de un converso al cual le ha cambiado la vida Cristo. Su encuentro con Él ha hecho de su vida un antes y un después. El perseguidor de los cristianos se ha transformado en un cristiano perseguido. El que rechazaba a Cristo y sus enseñanzas, se ha convertido en un enamorado de Cristo y discípulo fiel y entregado, que ha dedicado su vida al servicio de Cristo y a la propagación de su Reino.


En la carta de San Juan, éste sigue sus enseñanzas y consejos desde la máxima que da identidad y esencia al cristiano: el amor. Una forma de amar diferente, la transmitida por el Maestro. No somos cristianos sólo porque tenemos fe. Esa fe ha de ir acompañada de un amor, y un amor visible en las obras y no hecho idea o teoría.

En el Evangelio, Cristo es el Señor del universo, la piedra viva que sostiene a la Iglesia, y, como la vid, el que da vida a los cristianos que lo hacen su fundamento. Cristo no es un adorno más en cada uno de nosotros, sino que es el que le da sentido a lo que somos, y el que sostiene nuestra vida. Dicho de otra manera, el cristiano auténtico es el que descubre que sin Cristo no tiene vida y su vida sabe a superficialidad. Sin Cristo no superamos las dificultades, nuestra vida presente no aspira a un futuro, todo se centra en nosotros y en nuestro egoísmo. Cristo nos une a Él, y con Él estamos unidos a los demás, a la Iglesia. no somos individuos, un número de la contable especie humana, somos parte de Dios cuando estamos unidos a Él por Cristo.

Que cada cual se examine así mismo: si vive para él y desde él, si vive para Cristo o desde Cristo.

FELIZ DÍA DEL SEÑOR, PUES CRISTO VIVE Y TE DA LA VIDA SI VIVES CON ÉL.