jueves, 16 de enero de 2014

SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS.

La Semana de oración por la unidad de los cristianos tiene lugar una semana antes de la Fiesta de la Conversión de San Pablo, que es el 25 de enero. La Semana de oración por la unidad de los cristianos consiste en orar juntas, y de manera más intensa que el resto del año, todas las iglesias cristianas para pedirle a Dios que nos ayude a recuperar la unidad fraterna y para que cada vez lo que nos separa sea menor que lo que nos une. 

El sábado 18 de enero comienza la Semana de oración por la unidad de los cristianos, y en todas las celebraciones litúrgicas de esos días hay que orar por esa deseada unidad, especialmente en la celebración del sacramento de la Eucaristía. Pero también en nuestra oración personal hemos de pedir a Dios la unidad de los cristianos. 

San Pablo pasó de ser uno de los judíos encargados de organizar la persecución de los cristianos a ser, después de su conversión, un cristiano perseguido. Como cristiano se sentía misionero para hacer llegar el Evangelio a territorios y ciudades fuera del ámbito nacional de Israel. Y dedicó años de su vida a viajar y a fundar comunidades cristianas.

A lo largo de los siglos la Iglesia ha sufrido varios cismas y divisiones, dando lugar a las diferentes iglesias: la Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa, la Iglesia anglicana y la Iglesia protestante. Algunos contenidos teológicos y el debate sobre el primado del Papa son puntos de desencuentro entre las diferentes iglesias. Sin embargo, también hay muchos puntos de encuentro y el deseo de que las distancias sean cada vez más cortas para que haya más unidad entre todos los cristianos.

Que la Semana de Oración por la unidad de los cristianos nos ayude a tomar conciencia de lo que somos todos los bautizados y a fomentar la unidad y la fraternidad entre todos los que creemos en Jesucristo, el Señor. Oremos porque no todo depende de los esfuerzos humanos sino que la unidad es también un don de Dios, aparte de ser además un deseo de Dios.