Celebrada con una Eucaristía en la Iglesia de San Juan Bautista.
LAS CINCO HERMANDADES Y COFRADÍAS CON SEDE CANÓNICA DE NUESTRA PARROQUIA CELEBRAN POR SEGUNDO AÑO CONSECUTIVO LA NAVIDAD COFRADE, CON UNA CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA Y UNA POSTERIOR INVITACIÓN DE VINOS.
LAS CINCO HERMANDADES Y COFRADÍAS CON SEDE CANÓNICA DE NUESTRA PARROQUIA CELEBRAN POR SEGUNDO AÑO CONSECUTIVO LA NAVIDAD COFRADE, CON UNA CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA Y UNA POSTERIOR INVITACIÓN DE VINOS.
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A las 13:00 horas del domingo 21 de diciembre tuvo lugar en la Iglesia de San Juan Bautista la segunda Navidad Cofrade que se celebra en nuestra Parroquia en la que participaron las cinco Hermandades y Cofradías con sede canónica en los templos de San Juan Bautista y de la Piedad.
La liturgia fue preparada por el Consejo Parroquial de Hermandades y presidida por el Párroco y Consiliario de todas las Hermandades y Cofradías parroquiales, Don Emilio José Fernández. La Eucaristía comenzó con la bendición de un Niño Jesús que estaba en el centro de la nave principal del Templo y que fue el que presidió la celebración, la cual terminó con la adoración al Niño Jesús que fue dado a besar a todos los cofrades.
En la Homilía, el Párroco insistió en la relación fraterna que ha de haber dentro de cada Hermandad y entre todas ellas para convertirse en un pulmón importante de la Parroquia para la vida de ésta y para la transmisión de la fe, especialmente a los niños y los jóvenes. Terminada la Eucaristía, algunos hermanos y hermanas se fueron juntos a tomar unos vinos para pasar un rato de convivencia.
La liturgia fue preparada por el Consejo Parroquial de Hermandades y presidida por el Párroco y Consiliario de todas las Hermandades y Cofradías parroquiales, Don Emilio José Fernández. La Eucaristía comenzó con la bendición de un Niño Jesús que estaba en el centro de la nave principal del Templo y que fue el que presidió la celebración, la cual terminó con la adoración al Niño Jesús que fue dado a besar a todos los cofrades.
En la Homilía, el Párroco insistió en la relación fraterna que ha de haber dentro de cada Hermandad y entre todas ellas para convertirse en un pulmón importante de la Parroquia para la vida de ésta y para la transmisión de la fe, especialmente a los niños y los jóvenes. Terminada la Eucaristía, algunos hermanos y hermanas se fueron juntos a tomar unos vinos para pasar un rato de convivencia.
