El tiempo litúrgico llamado "Ordinario" (T.O.) es el más largo de los cuatro tiempos litúrgicos en los que se divide el Año litúrgico. El T.O. está dividido a su vez en dos periodos:
- El primer periodo comienza después del tiempo litúrgico de Navidad, es decir, al lunes siguiente del domingo de la Fiesta del Bautismo del Señor, y finaliza cuando da comienzo la Cuaresma, el Miércoles de Ceniza.
- El segundo periodo comienza al término del tiempo litúrgico de Pascua, es decir, al lunes siguiente después del Domingo de Pentecostés, y finaliza el sábado posterior del domingo de la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.
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Vivamos este tiempo llenándonos de fe, esperanza y caridad para dar a los demás un buen testimonio, compartir con los demás el gozo de tener a Dios y para repartir el amor y la ayuda que tantos necesitan. Vivamos junto a la Iglesia, que continúa en la tierra la labor iniciada por su Señor, este Tiempo Ordinario que también nos invita a encontrarnos con Dios en lo cotidiano y monótono de cada día.