miércoles, 3 de septiembre de 2014

MÁS DE UN CENTENAR DE DEVOTOS SE ACERCAN TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA AL ALTAR DE LA VIRGEN DE LA PIEDAD .


EN EL TERCER Y CUARTO DÍA SE HA MANTENIDO LA GRAN  ASISTENCIA DE FIELES QUE EN LOS DOS PRIMEROS DÍAS DE NOVENA A LA VIRGEN DE LA PIEDAD. LAS HOMILÍAS DEL PREDICADOR ESTÁN TENIENDO UNA GRAN ACOGIDA Y VALORACIÓN, EN UNAS TARDES EN LAS QUE EL ENCUENTRO CON EL SEÑOR Y LA VIRGEN MARÍA ESTÁ GARANTIZADO. EN AMBIENTE DE FIESTA Y DE EMOCIÓN AGRADECIDA A LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA PIEDAD, SON MUCHÍSIMOS LOS FIELES QUE SUBEN HASTA SU ALTAR PARA VENERARLA AL TÉRMINO DE LA NOVENA Y ANTES DE MARCHARSE A SUS CASAS.

El lunes 1 y el martes 2 de septiembre ha continuado la Novena a la Virgen de la Piedad con una gran asistencia de fieles y devotos de la ciudad de Baza y venidos de otras localidades cercanas. Con el rezo del Santo Rosario, a las 19:30 horas, daban comienzo los actos litúrgicos en honor a la que en pocos días será reconocida oficialmente Patrona de Baza, la Santísima Virgen de la Piedad.

A continuación comenzaba la Eucaristía presidida por el Padre Predicador, Don Antonio Sánchez, asistido por el Rector del Templo, Don Emilio José Fernández. En la Homilía del tercer día del novenario, Don Antonio Sánchez ha meditado con nosotros la maternidad de la Virgen María en los momentos de dolor y de sufrimiento, siempre al pie de la cruz de su Hijo y en las cruces nuestras, sus otros hijos. Y en el día cuarto su meditación ha consistido en presentarnos a la Virgen María como Madre espiritual, la que con la autoridad de una fe vivida en intensidad nos enseña las verdades del Evangelio, aprendidas en el seguimiento fiel a su Hijo.

Los Barrios, a los que les correspondía en estos dos días hacerlo, han presentado sus ofrendas, entre ellas ha habido alimentos, flores, macetas y donativos económicos. También han participado cada uno de los días los coros rocieros correspondientes para orar con sus cantos y se ha contado con la presencia de algunos de los miembros de la junta de gobierno de las cofradías que tenían que participar esos días.

Al terminar la Novena, como se viene haciendo desde el primer día, se ofrece a los fieles subir al presbiterio hasta el altar en el que se encuentra colocada la imagen de la Virgen de la Piedad para mostrarle sus respetos y oraciones. Han sido muchísimas las personas que suben a despedirse de la Virgen, en una cola que ha durado más de veinte minutos. Se observa un incremento de fieles con respecto al año pasado y las muestras de cariño no dejan de sucederse, porque las ofrendas de velas, flores, cartas, donativos... son cada día un ejemplo de ese amor a la Virgen, siempre acompañadas con el silencio de la oración.