viernes, 21 de octubre de 2016

PROFUNDA Y REFLEXIVA CHARLA DEL OBISPO DE GUADIX EN EL 75º ANIVERSARIO DEL CRISTO DE LA MISERICORDIA.



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En la tarde del jueves 20 de octubre, tal y como estaba anunciado, tenía lugar en el auditorio del antiguo Convento de Santo Domingo la ponencia del Obispo de Guadix, Don Ginés García Beltrán, con el título: "Jesucristo, rostro de la misericordia. Don y tarea".

Esta charla, organizada por la Cofradía de la Soledad, ha sido uno de los actos de clausura del 75 Aniversario de la llegada, y posterior bendición, de la imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia a la ciudad de Baza.

La presentación del acto la ha hecho el Párroco de San Juan Bautista y Consiliario de la Cofradía, Don Emilio José Fernández, en la que ha subrayado el interés de la Cofradía en que Don Ginés participara también en esta conmemoración. Al mismo tiempo, el Párroco recordaba que además esta charla era la primera del IV Curso de Formación Cofrade de todas las hermandades con sede canónica en la Parroquia de San Juan Bautista.

Don Ginés ha comenzado su intervención exponiendo la razón del origen de la elección del título de la charla, para ello se ha referido a las palabras que el Papa Francisco escribía en la bula de convocatoria del Año Jubilar de la Misericordia: "Jesucristo es el rostro de la misericordia de Dios y, por tanto, la misericordia divina se ha hecho visible en Cristo". 

Este ha sido el hilo que ha seguido el prelado accitano y que ha desarrollado con la ayuda de las imágenes de la misericordia que desprenden las parábolas principales que nos hablan en el Evangelio de Lucas sobre el Dios "misericordioso" (un Dios con entrañas y corazón), lo que hace al cristianismo diferente de otras religiones o creencias.

Apoyado en la parábola del Buen Pastor, ha incidido en la necesidad de una Iglesia en marcha y en búsqueda, acogedora con los pecadores y alejados, para no encerrarse en ella misma.

Apoyado en la parábola del Padre de la Misericordia, como el Obispo la ha denominado, nos ha retratado a todos porque algo de hijo pródigo y de hijo mayor hay en cada uno de nosotros, pero tenemos que ser como el Padre que sale dos veces de la casa, por eso, ha invitado a ser una Iglesia en salida.

Por último, apoyado en la parábola del Buen Samaritano, ha hablado de una Iglesia que ha de ser medicina para los heridos y para tantas vidas rotas en un mundo de soledades como el nuestro.

El Obispo ha lanzado preguntas para que en las hermandades y cofradías se supere todo aquello que no las convierte en testimonio, pues la misericordia no es para narrarla sino para practicarla y hacerla vida.

Al final, Don Ginés con sus palabras ha engrandecido el valor espiritual de la imagen del Cristo de la Misericordia, con pies desgastados no solo por los besos y caricias de los devotos sino de andar hasta por caminos de malezas y pedregal en busca de las ovejas que se han perdido.

Con un aforo más que lleno, la intervención de Don Ginés ha terminado con un gran aplauso de los asistentes. 

Después, Don Antonio Vallejo, Hermano Mayor de la Cofradía de la Soledad,  ha agradecido al Obispo sus palabras que han servido de colofón de un año cargado de actos "emotivos y sencillos", pero todos de gran intensidad. Vallejo, en nombre de la Cofradía y de los presentes, hacía entrega de un detalle al Obispo, dándose así por concluido el acto.