23:00 horas: Vigilia Pascual de la Resurrección del Señor.
CATEQUESIS
LA ORACIÓN Y LA ESPERA
Se trata de la Noche más Santa de todas las noches, la Noche de Dios. Es una noche que se inicia con la muerte de Jesús en la tarde del Viernes Santo. A parir de entonces la Iglesia universal se introduce en un profundo silencio por la ausencia de Dios, expresada principalmente en la ausencia de la Reserva del Santísimo en las Iglesias: los sagrarios están abiertos y vacíos, como la Iglesia que se siente vacía sin el Señor. La oración es lo único que consuela, una oración en espera, tan difícil para quienes por naturaleza, los hombres, somos impacientes.
La Noche Santa se celebra con la Vigilia madre de todas las vigilias, la más antigua e importante de ellas. Llegada la Noche del Sábado Santo comenzamos la celebración del acontecimiento más grande de la Historia de la Humanidad y que cambió el mundo y la historia humana: la Resurrección de Jesucristo. Un hecho que sólo se entiende desde la fe.
DIOS CREA EL FUEGO Y CRISTO ES LA LUZ DEL MUNDO
Se inicia la Vigilia fuera del templo, en el mundo, donde Dios no está pero que con Cristo lo estará. El fuego, la luz... Uno de los elementos que primero creó Dios. La luz rompe la oscuridad de la noche como en la Creación Dios separó la luz de las tinieblas con la aparición de los astros. Se bendice el fuego y se enciende el Cirio Pascual, que representa a quien ya es de verdad la Luz del Mundo: el Resucitado. Caminamos tras de Él en una procesión que se inicia con la salida de Israel cuando es liberado de Egipto en la Noche de la Pascua. Caminamos tras de Él como lo viene haciendo la Iglesia, nuevo pueblo de Dios desde su Resurrección.
DIOS ES CREADOR Y LIBERTADOR
Una vez en el templo se hace el Pregón de toda la Iglesia, el más importante: el Pregón Pascual. Se canta o se lee, pero se anuncia con él la inminente Resurrección del Señor.
La Liturgia de la Palabra es extensamente rica en esta Noche, donde hacemos un resumen y acercamiento a la Historia de la Salvación, desde sus comienzos hasta la etapa inaugurada por Cristo en su Resurrección, la etapa de la Iglesia.
CRISTO HA RESUCITADO, EL SEÑOR VIVE PARA SIEMPRE
El Gloria anuncia que Cristo ha Resucitado, y a este anuncio se suma el encendido e iluminación de todo el templo y el repique alegre de las campanas: el Gozo de la Iglesia estalla ante el Resucitado. El Gloria, canto muy antiguo de la Iglesia pone fin a la Cuaresma y a la pena del Viernes Santo y nos abre las puertas de la Pascua.
La Epístola a los Romanos de San Pablo nos da el testimonio de la Resurrección, que se une al del Evangelio que se proclama solemnemente.
EL AGUA DE LA VIDA ETERNIZA LA NUESTRA EN EL BAUTISMO
Renovamos las promesas bautismales, aquellas que se hicieron en nuestro bautismo y que en la mayoría de los casos las hicieron por nosotros nuestros padres y padrinos. Confirmamos nuestra fe en el Dios trinitario y nuestro deseo de ser cristianos para siempre. Se quita el sello a la Pila Bautismal, sellada el Miércoles de Ceniza al inicio de la Cuaresma. Se nos lava con el Agua que se bendice con el Cirio Pascual y en la que serán bautizados los próximos nuevos cristianos.
LA EUCARISTÍA: MILAGRO DE AMOR Y PRESENCIA DEL RESUCITADO
Y la Eucaristía se vuelve a celebrar y hacer presente Cristo en el Pan y el Vino Consagrados, el milagro actual y la gran prueba de que vive y está con nosotros, de que no se ha quedado en la Muerte y de que nos espera para unirnos a Él en el Banquete eterno de los resucitados por Él y para Él.
Cristo permanece en la Eucaristía, Sacramento de Amor y de Vida.
Feliz Pascua de Resurrección: ¡Cristo ha Resucitado, Aleluya!
La Noche Santa se celebra con la Vigilia madre de todas las vigilias, la más antigua e importante de ellas. Llegada la Noche del Sábado Santo comenzamos la celebración del acontecimiento más grande de la Historia de la Humanidad y que cambió el mundo y la historia humana: la Resurrección de Jesucristo. Un hecho que sólo se entiende desde la fe.
DIOS CREA EL FUEGO Y CRISTO ES LA LUZ DEL MUNDO
Se inicia la Vigilia fuera del templo, en el mundo, donde Dios no está pero que con Cristo lo estará. El fuego, la luz... Uno de los elementos que primero creó Dios. La luz rompe la oscuridad de la noche como en la Creación Dios separó la luz de las tinieblas con la aparición de los astros. Se bendice el fuego y se enciende el Cirio Pascual, que representa a quien ya es de verdad la Luz del Mundo: el Resucitado. Caminamos tras de Él en una procesión que se inicia con la salida de Israel cuando es liberado de Egipto en la Noche de la Pascua. Caminamos tras de Él como lo viene haciendo la Iglesia, nuevo pueblo de Dios desde su Resurrección.
DIOS ES CREADOR Y LIBERTADOR
Una vez en el templo se hace el Pregón de toda la Iglesia, el más importante: el Pregón Pascual. Se canta o se lee, pero se anuncia con él la inminente Resurrección del Señor.
La Liturgia de la Palabra es extensamente rica en esta Noche, donde hacemos un resumen y acercamiento a la Historia de la Salvación, desde sus comienzos hasta la etapa inaugurada por Cristo en su Resurrección, la etapa de la Iglesia.
CRISTO HA RESUCITADO, EL SEÑOR VIVE PARA SIEMPRE
El Gloria anuncia que Cristo ha Resucitado, y a este anuncio se suma el encendido e iluminación de todo el templo y el repique alegre de las campanas: el Gozo de la Iglesia estalla ante el Resucitado. El Gloria, canto muy antiguo de la Iglesia pone fin a la Cuaresma y a la pena del Viernes Santo y nos abre las puertas de la Pascua.
La Epístola a los Romanos de San Pablo nos da el testimonio de la Resurrección, que se une al del Evangelio que se proclama solemnemente.
EL AGUA DE LA VIDA ETERNIZA LA NUESTRA EN EL BAUTISMO
Renovamos las promesas bautismales, aquellas que se hicieron en nuestro bautismo y que en la mayoría de los casos las hicieron por nosotros nuestros padres y padrinos. Confirmamos nuestra fe en el Dios trinitario y nuestro deseo de ser cristianos para siempre. Se quita el sello a la Pila Bautismal, sellada el Miércoles de Ceniza al inicio de la Cuaresma. Se nos lava con el Agua que se bendice con el Cirio Pascual y en la que serán bautizados los próximos nuevos cristianos.
LA EUCARISTÍA: MILAGRO DE AMOR Y PRESENCIA DEL RESUCITADO
Y la Eucaristía se vuelve a celebrar y hacer presente Cristo en el Pan y el Vino Consagrados, el milagro actual y la gran prueba de que vive y está con nosotros, de que no se ha quedado en la Muerte y de que nos espera para unirnos a Él en el Banquete eterno de los resucitados por Él y para Él.
Cristo permanece en la Eucaristía, Sacramento de Amor y de Vida.
Feliz Pascua de Resurrección: ¡Cristo ha Resucitado, Aleluya!