martes, 20 de mayo de 2014

MULTITUDINARIA PROCESIÓN EXTRAORDINARIA DEL SANTÍSIMO CRISTO DEL AMOR EN SU XXV ANIVERSARIO.


Baza y los visitantes venidos para la ocasión viven una tarde y noche emocionante en una procesión para el recuerdo del XXV aniversario de la Llegada de la imagen del Cristo del amor a nuestra Parroquia.


Un sueño de años de la Cofradía de la Esperanza de Baza se hacía realidad en la tarde del sábado 17 de mayo: la salida procesional extraordinaria del Santísimo Cristo del Amor. El trabajo y el esfuerzo para hacerlo posible daban sus primeros frutos.

Minutos antes de las 18:00 horas, momento previsto para que se abriera la puerta de la Casa de Hermandad para iniciar la procesión, las campanas de la Iglesia de San Juan repicaban anunciando el momento, mientras la gente se iba agolpando en las estrechas calles aledañas.


Casi una hora después, por retraso de la Agrupación musical de clarines y tambores "Presentación al pueblo" de Dos Hermanas (Sevilla) debido a una retención de tráfico, daba comienzo la procesión en la que el Cristo del Amor salía en su paso, estrenando cuatro nuevos hachones en las esquinas, llevado por varias cuadrillas de costaleros, los propios y los venidos de otros lugares para la ocasión. 


Acompañaron a la imagen representantes de todas las hermandades y cofradías penitenciales de Baza, y las autoridades del Ayuntamiento de la ciudad que acompañaban, junto al Hermano Mayor, José María Manzano, al Párroco y Consiliario, Don Emilio José Fernández.


Un recorrido más prolongado en una tarde-noche fresca de primavera, nos dejó seis horas de procesión en la que hubo más gente acompañando desde dentro que contemplándola pasar, creándose así un ambiente de fiesta y alegría, especialmente detrás del paso.


La llegada a la Casa de Hermandad fue un encuentro de sentimientos enfrentados: el cansancio pedía terminar y la emoción pedía continuar. Con elegancia el Cristo, al movimiento de la música, se fue girando en una despedida y bendición a los cuatro puntos cardinales de la ciudad, para entrar de frente al pueblo que entre aplausos y vítores lo veía entrar de nuevo en la Casa de Hermandad.


Y una vez dentro, la última pieza musical y la última "levantá" a la voz de un capataz, Fran Espín, que ya es historia y que se despedía definitivamente, de esta manera, de su cargo y de los costaleros que ha dirigido en estos veinticinco años. El Consiliario daba fin a la procesión con una oración e impartiendo la Bendición, con la que se acababa la penumbra al encenderse la luz que dejaba ver los abrazos de felicitación de unos con otros.

De esta manera terminan los cultos del XXV aniversario de la Llegada del Cristo del Amor a nuestra Parroquia.