Se trata de una imagen de un Crucifijo que fue donado hace varios años a la Iglesia de la Virgen de la Piedad por una hermana de la Hermandad de la Virgen de la Piedad y que era propiedad de su familia. Después de ser restaurado, fue colgado en la cabecera del Sagrario a los pies del camarín de la Virgen de la Piedad.

También se ha colocado un nuevo sillón en la Sede del Presbiterio que ha sido arreglado de manera gratuita por otro carpintero de la Hermandad de la Virgen de la Piedad.