jueves, 19 de febrero de 2015

SE REMODELA EL LUGAR DEL SAGRARIO EN LA IGLESIA DE SAN JUAN BAUTISTA.

El Sagrario se ha colocado en un lugar central y propio delante del retablo del Altar Mayor.


PARA DESTACAR EL SAGRARIO SE HA COLOCADO A ÉSTE SOBRE UN PEDESTAL DE MADERA ELABORADO POR EL TALLER DE LOS HERMANOS JIMÉNEZ DE BAZA. SE LE HA DADO LA ALTURA NECESARIA PARA TENER FÁCIL ACCESO A ÉL Y QUE SEA VISIBLE EN TODO EL TEMPLO.

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Desde hacía tiempo se estaba estudiando la forma de conseguir que el Sagrario estuviera en un lugar distinto al que ha estado hasta ahora para que destacase dentro del conjunto de los demás elementos que hay presentes en el retablo mayor del Presbiterio de la Iglesia de San Juan Bautista.

Dada la importancia que tiene este objeto sacro por la función que desempeña, nada más ni menos que la de contener y custodiar dentro de sí al Santísimo, presente en el Pan eucarístico, no se puede desplazar a un segundo plano sino que ha de resaltar y estar muy visible para que los fieles puedan apreciar su presencia y puedan orar ante el Señor sacramentado.


Después de sopesar varias posibilidades, el Consejo Parroquial de Pastoral aprobó por unanimidad la propuesta del Párroco para que el Sagrario ganase en dignidad y visibilidad, facilitando el acceso a él por encontrarse demasiado elevado, intentando que éste permaneciera en el Presbiterio y cuidando que no desentonara con el retablo, que es el elemento y el conjunto artístico que sobresale. 

Por todo ello se decidió elevar el Sagrario con un pedestal de madera, policromado en dorado y verde, colores principales del retablo mayor, para colocarlo en un lugar propio en la parte delantera y central del mismo retablo, de esta manera también el lugar donde se encuentra la imagen de la Virgen del Carmen recupera espacio. Este encargo se le hizo al Taller de los Hermanos Jiménez de Baza que presentaron un diseño y un presupuesto que fue aprobado por el Consejo Parroquial de Pastoral en su última reunión.


Se aprovechó la celebración de la Eucaristía del Miércoles de Ceniza, en la tarde del 18 de febrero, para hacer este cambio de lugar del Sagrario, por lo que al término de la misma celebración litúrgica se hizo el traslado del Santísimo (que estaba en el Sagrario que se encontraba en un altar improvisado para la ocasión en el antiguo Baptisterio) hasta ser introducido en el Sagrario que se quedará de manera fija en el Presbiterio.