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A las 11:00 horas del martes 8 de septiembre daba comienzo en la Iglesia de la Piedad la Misa Pontifical presidida por el Obispo de Guadix y concelebrada por los sacerdotes del Arciprestazgo de Baza y varios sacerdotes de los pueblos cercanos, con la participación del Coro Alcazaba y con la presencia de las autoridades civiles y militares de Baza y de Guadix.
En la homilía, el Obispo ha reflexionado sobre el texto evangélico de las Bodas de Caná de Galilea, ha agradecido la presencia de la Virgen durante 525 años y ha invitado a los cristianos a no desentenderse del drama que se está viviendo en Europa en estos días a causa de los refugiados que están llegando de Siria y Oriente Medio.
Ya por la tarde, a las 20:00 horas, daba comienzo la procesión con la imagen de la Virgen de la Piedad y organizada por la Hermandad de la Piedad; en la que han participado las hermandades y cofradías de la ciudad, los Ayuntamientos de Baza y de Guadix, el Cascamorras y su cortejo, dos bandas de música, damas con mantilla blanca y muchos fieles alumbrando con velas.
Pasadas las 22:30 horas se encerraba e su Templo la imagen de la Virgen y se cerraba la procesión con unas palabras del Obispo de Guadix, Don Ginés García, y con el canto de la Salve.
En la homilía, el Obispo ha reflexionado sobre el texto evangélico de las Bodas de Caná de Galilea, ha agradecido la presencia de la Virgen durante 525 años y ha invitado a los cristianos a no desentenderse del drama que se está viviendo en Europa en estos días a causa de los refugiados que están llegando de Siria y Oriente Medio.
Ya por la tarde, a las 20:00 horas, daba comienzo la procesión con la imagen de la Virgen de la Piedad y organizada por la Hermandad de la Piedad; en la que han participado las hermandades y cofradías de la ciudad, los Ayuntamientos de Baza y de Guadix, el Cascamorras y su cortejo, dos bandas de música, damas con mantilla blanca y muchos fieles alumbrando con velas.
Pasadas las 22:30 horas se encerraba e su Templo la imagen de la Virgen y se cerraba la procesión con unas palabras del Obispo de Guadix, Don Ginés García, y con el canto de la Salve.