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Después de la Semana Santa, en la primera Semana de Pascua, las imágenes de Nuestro Padre Jesús Nazareno y de María Santísima de la Victoria en su Pena y Dolor son trasladadas desde la Casa de la Hermandad del Nazareno hasta el Monasterio de las Madres Dominicas de Baza, en donde permanecen para recibir la veneración de la comunidad de religiosas.
El sábado de Pascua, el 22 de abril, fue el acto de despedida y traslado de las imágenes sagradas hasta su sede en la Iglesia de San Juan Bautista, que se viene haciendo desde hace 37 años con la celebración de la Eucaristía, presidida por el Consiliario de la Hermandad, en la Capilla del Monasterio, y con la asistencia de la comunidad de religiosas dominicas y de los hermanos y hermanas de la Hermandad, así como de un coro rociero que animó el canto de la liturgia.
