sábado, 9 de mayo de 2015

FINALIZADO EL CURSO DE FORMACIÓN COFRADE DE LA PARROQUIA CON SU QUINTA Y ÚLTIMA CHARLA.

Don Francisco Serrano ha hecho un homenaje a las grandes y ejemplares mujeres de la historia del pueblo de Dios.




UN PASEO POR EL ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO Y POR LA HISTORIA DE LA IGLESIA HASTA HOY, PRESENTANDO Y DESCUBRIENDO ROSTROS DE MUJERES DESCONOCIDOS Y CON GRANDES CORAZONES. ASÍ FUE LA CHARLA DE "LA MUJER EN LA IGLESIA", PRESENTADA POR DON FRANCISCO SERRANO, Y CON LA QUE CE CLAUSURÓ EL SEGUNDO CURSO DE FORMACIÓN DE LA PARROQUIA.

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En la tarde-noche del pasado viernes 8 de mayo, en la Sala Juan Pedernal del Convento de la Merced, tenía lugar la última de las charlas del segundo curso de Formación Cofrade que la parroquia de San Juan ha organizado para los miembros de las hermandades y cofradías con sede canónica en los dos templos co-sedes y para los feligreses en general.

A pesar de ser una fecha complicada, lo cual se manifestó en la visible ausencia de hermanos y hermanas de algunas cofradías, se realizó está quinta y última charla del II Curso de Formación Cofrade de la Parroquia. La formación es un instrumento y una exigencia para quienes seguimos a Cristo y para fortalecer y renovar nuestra vida cristiana y nuestros trabajos pastorales. Por eso se ha cuidado en estos dos años en nuestra Parroquia esta dimensión que ha de tenerse muy en cuenta en las hermandades y cofradías, pues también de la formación que recibimos en nuestro presente depende nuestro futuro.



Don Antonio Francisco Serrano fue el encargado de exponer el tema de " La mujer en la Iglesia". El profesor de Religión, a su juicio, realizó una serie de apuntes para la reflexión y abrió caminos para el debate sosegado y necesario que permita descubrir a todos la importancia de la mujer y de su misión en la Iglesia.

Don Francisco Serrano comenzó su ponencia haciendo un repaso por el Antiguo Testamento para destacar aquellas mujeres, que no son pocas, que destacaron "en un mundo de hombres". Cuando la sociedad y cultura del momento tenían anuladas a las mujeres, nos encontramos con mujeres de fe que tuvieron una misión y función muy importante para sus coetaneos, mujeres de "peso y de Dios": Noemí, Rut, Dévora, Tamar, Judith... 



Después subrayó la cantidad de 37 encuentros documentados en el Nuevo Testamento en los que Jesús y las mujeres aparecen rompiendo esquemas y normas jurídicas, sociales, morales y religiosas de una época muy distinta a la nuestra. Mujeres con nombre o casi anónimas: la mujer hemorroísa, la mujer encorvada, Marta y María, la mujer Samaritana, la viuda de Naín, la resurrección de una niña... para después centrarse en el mejor ejemplo de la ruptura de la ley mosaica con respecto a la mujer, pues ellas son las primeras testigos de la resurrección.  Por último, habló de aquellas mujeres de las que el propio San Pablo hace mención y que son cabezas de algunas de las primitivas comunidades cristianas: Cloe, Lidia, Febe ... 


El ponente pasó a la segunda parta de su exposición donde analizó la presencia de la mujer a lo largo de la historia destacando el "el silencio doloroso pero real de la mujer en la iglesia" tras los primeros siglos del cristianismo. Pese a esto, ha habido mujeres que han destacado, e incluso llegaron a ser doctoras de la Iglesia, como Catalina de Siena, Teresa de Jesús, Teresa de Lisieux, Hildegarda de Bingen. O aquel grupo de mujeres libres y con autoridad moral, siendo figuras semejante a los párrocos y, en algunos lugares, a los obispos: conocidas como las "beguinas".

Y por último, expuso las dos corrientes actuales por donde está transcurriendo el debate sobre la presencia de la mujer en la Iglesia, cuyas posturas resumidas serían aquellas que siguen la tradición apostólica y el magisterio; y otra, aquella que pide una equiparación entre hombre y mujer, centrándose en el tema del acceso de la mujer al sacerdocio. 



Terminaba su conferencia recordando las palabras del Papa donde insiste en la urgencia de ofrecer espacios en la vida de la iglesia para las mujeres y que éstas no se sientan invitadas sino partícipes. Después se abrió un tiempo para la reflexión, opinión y preguntas pues sin duda, este tema suscita posiciones en ocasiones encontradas.